EMPEZANDO A ANDAR

EMPEZANDO A ANDAR

Abro esta primera página para describir lo que a mi modo de ver es el Feng Shui, entendiendo que los que estáis interesados en este arte/ciencia, ya os habréis informado de como nació, de lo sumamente ligado que está al Tao, al I Ching, etc.
En los cursos y en las conversaciones, surgen preguntas y suposiciones similares, como que el Feng Shui sirve para decorar, que es una técnica para ganar dinero poniendo algunos objetos en las casas, que si es una moda, o que lo encuentran demasiado complicado, cosas de budistas...

La   primera   experiencia    que   me proporcionó   el Feng Shui, fue con una puerta que, al abrirse, impedía la abertura de una segunda puerta cercana. La lectura de mi primer libro de Feng Shui, me indicaba que esta situación, entre las dos puertas, podía ser causa de roces y enojos para los que vivíamos en aquel piso. Sin duda, los roces y pequeñas riñas existían, de modo que decidí probar, substituyendo una de las dos puertas por unas cortinas. Los primeros días, el cambio fue solo visual y mis compañeros de piso me miraban de reojo, pensando que tal vez se me aflojó algún tornillo de la cabeza. Una semana más tarde, todos nos habíamos acostumbrado a la ausencia de la puerta y, fue agradable el reconocimiento general, de que había más armonía entre nosotros.

Desde entonces, los años que han transcurrido, me han llenado la vida de nuevas experiencias propias y ajenas que tienen un denominador común y es el EQUILIBRIO.

¿Equilibrio en qué? En todo. Si estamos de mejor humor, mejora nuestra salud, con mejor salud, nos sentimos más fuertes e inspirados, con todo ello encontramos soluciones, en caso de necesitarlas, o bien mejoramos lo que ya tenemos en marcha, un proyecto, un trabajo, una relación. Cuando la mayoría de nuestros asuntos mejoran, como por arte de magia, se pueden desbloquear antiguos malos entendidos con la familia, con uno mismo y, cual una noria de río, nuestro estado de bienestar, genera otro bienestar y, así, sucesivamente.

Es posible que a algunas personas esto les parezca demasiado idílico, algo utópico. 
Posiblemente, si mi primera prueba con la puerta no hubiera funcionado, o si la hubiese vuelto a poner a los pocos días, hoy no estaría aquí, tratando de acercar esta práctica a los que andáis, por lo menos, curiosos. Una de las verdades más grandes que me ha proporcionado el Feng Shui es que siempre, SIEMPRE, hay una herramienta con la que acceder a cambiar lo necesario. Son extremadamente raras las situaciones en las que se hace imprescindible un cambio de casa o local y, aún así, siempre encontramos algo con lo que suavizar lo más duro.
De modo que os animo a que encontréis vuestras "herramientas". Cada casa y persona es un mundo con elementos propios y comunes. Si andáis con la economía por los suelos, encontrad esa "herramienta" que os va a ayudar a cambiar las cosas.
A menudo invito a mis consultantes a que confeccionen ellos mismos esos objetos, esas "herramientas" con las que van a producir, a crear su primer cambio y.. una vez obtenido el primero, ya nadie podrá impedir que logréis el segundo, el tercero, etc.

Tenéis todo lo necesario. Estáis vivos, tenéis ganas y estáis dispuestos a probar

Estaré feliz de recibir vuestras preguntas e inquietudes y de ayudaros en todo lo que me sea posible.

                                                          

¡Aquí os espero!

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